Hablemos de: Bridgerton, ¿serie o libro?

Uno de los grandes anuncios del año fue la reedición de la saga Bridgerton de Julia Quinn por Titania de Ediciones Urano y su adaptación a formato serie por Netflix y Shondaland -la productora de Grey's Anatomy. 

Julia Quinn no era una autora que conociera en lo que refiere a las novelas de romance histórico, ya que habitualmente leo a Lisa Kleypas o Johanna Lindsey, pero me pareció una buena idea incorporar sus libros a mis pendientes. Así, a principio de mes leí El duque y yo, el primer libro de la saga Bridgerton que me dejó un poco decepcionada por la historia principal, pero sí enganchada para seguir leyendo la saga y saber más del resto de los personajes.

Tras la lectura, se hizo innegable que había buen material para la adaptación y sentí que el hype alrededor de la serie se justificaba, y lo primero que hice al ver que la serie ya estaba disponible este 25 de diciembre fue ver los ocho capítulos que duran entre 50 minutos y 1 hora.

BRIDGERTON: ¿COMO ADAPTACIÓN O PRODUCCIÓN EN SÍ MISMA?

La respuesta a esa pregunta es ni lo uno ni lo otro.

Adaptación

En la serie, Daphne Bridgerton, la cuarta hija de una familia de 8 hermanos, es una debutante que ha sido considerada el diamante de la temporada por la reina, siendo la más aventajada en la búsqueda de marido. Sin embargo, ella busca un matrimonio por amor, como el de sus padres, pero en el período de la regencia, es algo difícil de hallar.

Pero nada consigue, porque Anthony, su hermano mayor y cabeza de familia, no deja de poner trabas a todos los que quieren acercarse a la joven, haciendo que los pretendientes giren en dirección a Marina Thompson, la recién llegada a Londres. 

En este escenario, Simon Basset -el nuevo duque de Hastings y amigo de Anthony- aparece en la temporada social y pronto se vuelve el objeto de las atención de las madres que quieren emparejar a sus hijas con el duque, pese a la negativa de él respecto al matrimonio y la descendencia. 

Así, Simon llegará a un acuerdo con Daphne y pretenderán un cortejo que para él significará alejar a las madres y para ella, atraer más pretendientes. 

Para quienes leyeron el libro, ya se habrán dado cuenta que hay diferencias sustanciales respecto al primer libro, y esto no es sólo en los hechos, sino también en la esencia de los personajes, especialmente con los hermanos Bridgerton. Además introducen personajes -desconozco si aparecen en los otros libros, pues sólo leí el primero-, que lejos de dinamizar la serie, sólo la alargan más de lo necesario. 

Aquí viene otro tema. Si bien el primer libro sirve de base para la serie, también toma elementos del resto de los libros de la saga. Comprendo que la producción es sobre los Bridgerton y por tanto pueden explorar al resto de los personajes, pero REVELAR QUIÉN ES LADY WHISTLEDOWN... siendo que esto no se descubre casi en la mitad de la saga... creo que fue un error que ni siquiera se puede justificar por la progresión de la serie, sino que obedece a sembrar la intriga para que como audiencia presionemos por una segunda temporada 

Una serie más

Si me preguntan si me gustó la serie al margen de los libros, la verdad es que no. La fotografía y el diseño de vestuario es lo único que rescato; la banda sonora fue un poco extraña, porque usaron covers en violín de canciones de Taylor Swift, Ariana Grande o Shawn Mendes. Aunque me gustaron esos arreglos, no sentí que quedaran tan bien en las escenas y no resultó tan natural.  

Los capítulos son muy largos. Al comienzo pensé que serían capítulos de 30 minutos, considerando la naturaleza de la historia. Pero la decisión de desarrollar episodios con más de sesenta minutos no sé si es lo más acertado, considerando los dramas y vueltas innecesarias que, muchas veces, dejan ver el intento de justificar a los personajes secundarios más allá de su incidencia en la trama principal de Daphne y Simon. 

Si considero que Eloise y Penelope fueron los personajes que más me gustaron y al menos tenían más que aportar a la trama, por lo que sus líneas argumentales fueron mejor abordadas. 

¿Y EL LIBRO?

El duque y yo no fue un libro que me gustara, a lo más me entretuvo y pensé que quizás en la serie se podría sacar más provecho, considerando que la misma autora estaba en la producción, pero como ya hemos visto, no fue así. 

Mi principal problema con la historia en el libro fue la pareja principal, en especial Daphne. Al comienzo me caía relativamente bien, era divertida y ponía en su lugar a Simon cuando adoptaba una actitud arrogante; pero a medida que avanza el libro, se volvió demasiado cargante con el matrimonio y la  fantasía de que su amor sería suficiente para que Simon cambiara de idea.

Incluso, hace algo que me pareció indignante en cuanto al tratamiento que le dieron en la serie, porque en el libro puede entenderse que no se hicieran cargo de ello por la época que retratan, pero como lectores no debemos justificar ni aceptar.

Simón tampoco fue un personaje que me deslumbrara. La autora intenta mostrarlo con ese aire de canalla libertino, pero no lo es. En ese sentido, fue alguien que me dejó indiferente la mayor parte del tiempo, distinto a lo que sucede con Colin, y que generaba más emoción y expectativa con sus apariciones. 

No obstante, el libro se lee rápido por la pluma ágil de la autora y al menos nos da lo suficiente para querer continuar con la saga.