El color de las cosas invisibles
Autoconclusivo | 512 páginas | Romance
Rain y Jack se odian.
Rain y Jack pertenecen a planetas distintos.
Rain y Jack no pueden tener menos cosas en común.
Y, sin embargo, no dejan de cruzarse.
Una y otra vez.
Primero en el instituto, luego en un concierto e, inesperadamente, también unos años después, cuando ya creían que no volverían a encontrarse. Incluso se ven empujados a compartir una noche en una casa perdida en mitad del bosque.
Rain piensa que las casualidades no existen.
Jack, que las causalidades no lo explican todo.
Los dos quieren tener razón. Y los dos saben que se equivocan.
Y ambos intuyen que, sea cual sea la verdad, cuando se trata de amor no hay teoría científica que haga entender el mecanismo de un corazón cuando otro lo sacude.
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Opinión
¡Holaa! ¿Cómo están? Hoy les traigo la reseña de El color de las cosas invisibles de Andrea Longarela, una novela que salió hace poco y que llegó a Chile bastante rápido, gestiones que se agradecen siempre. Esta es la primera vez que leo a la autora y si hay algo que he aprendido de ella es que la definición de este libro va por el lado de sus frases o sus reflexiones. Pero todo eso se los cuento ahora.
Aprendí que el dolor puede tomar muchas formas, pero que no hay nada que duela igual que un "casi" que nunca llega a suceder
Una forma de resumir esta reseña es que estamos frente a una novela de los "casi": casi pasó, casi fue esto, casi lo logramos. Un libro más real mediado por los temores y las excusas que a veces pueden alejarnos de una historia de amor.
En El color de las cosas invisibles, conoceremos a Rain y a Jack, dos personas que no pueden verse pese a las casualidades que los han llevado a encontrarse una y otra vez desde que se conocieron en el instituto, y que atrapados por una tormenta en la cabaña que planeaban celebrar el compromiso de sus amigos se verán obligados a enfrentar lo que han escondido debajo de la alfombra. Y aquí hay un detalle.
A primera vista, se podría considerar un enemies-to-lovers, cuando en realidad no es más que la frustración de las oportunidades perdidas por no ser honestos con el otro.
Una de las característica de El color de las cosas invisibles es que es una novela de fragmentos que combina el presente con varios flashback que se marcarán a partir de tres grandes momentos o lapsos de tiempo.
Ese último año de instituto cuando se conocieron; un concierto que los reencuentra y donde casi pudieron conseguirlo; y el presente en el que se encuentran encerrados (en más de un sentido), lo que al mismo tiempo nos permitirá ir viendo cómo crecen, cómo tropiezan, cómo aciertan, cómo fallan y cómo se encuentran en sus propias diferencias.
Rain es una chica de datos científicos, de explicaciones y lógica. Jack es un chico de sueños con solo un objetivo. Su primer encuentro se da en una parada de autobús, algo que irá creciendo y nos irá involucrando en una historia donde es más fácil reconocerse y sentir mucha empatía y cariño hacia ese par de chicos que no pueden hacerle frente a lo que sienten.
Pero a medida que crecen y que todo se tuerce, es ahí cuando empecé a caminar en la delgada fina de la exasperación hacia ellos, porque en un contexto donde hay sentimientos de por medio, donde no quieres lastimar a otro, hay cosas que podrían haberse tratado de otra forma.
Quédate con la que mires marchar. Siempre es ella. Sin margen de error.
En un primer momento se ve como una tensión que esperas que en algún punto se resuelva, pero cuando la historia se repite una y otra vez, llegas al instante en que el drama se vuelve cansino y lo único que sientes es frustración por el actuar de los protagonistas.
En esas situaciones, los fragmentos de terceros que por cuestiones del azar se veían involucrados en su historia o de los padres de los protagonistas, se vuelven clave para darnos un respiro. Además, en esas interacciones, especialmente cuando veíamos las de Rain con sus padres o sus amigos, vemos el lado más sincero de ella.
Y por lo general veremos más de ella y su entorno que de Jack, quien tendrá más fuerza su visión en el segundo reencuentro y en el presente. En eso me habría gustado ver más de su punto de vista en el instituto, habría sido interesante pero se entiende por qué.
Independiente de lo repetitivo del conflicto para la segunda parte del libro, El color de las cosas invisibles tiene un ritmo constante, punzante y con esto me refiero a que siempre está apelando a una fibra con alguna reflexioón que evoca mucho la pluma de Alice Kellen o María Martínez.
La estructura de narrativa fragmentada me encantó, ya que siento que me involucro más en la historia, requiere más de mí y en general Andrea Longarela lo lleva bien, aunque las últimas 60 páginas fueron demasiadas apresurada para todo lo que nos hizo sufrir hacia atrás y los vistazos a lo que ya se estableció dejó, definitivamente, a gusto poco.
El color de las cosas invisibles es una novela que habla del amor y las excusas con los temores que pueden mediarlo, los reencuentros y las historias pendientes que más de una vez frustra pero también se entiende. Un libro que encuentra su propio ritmo entre nubes con formas extrañas, libros perdidos y flores que dejan despedidas con la voz de sus protagonistas y los terceros cuyas acciones repercuten en lo compartido.
Valoración
★★★★✩
¡Muchas gracias a la editorial por el ejemplar y la oportunidad de reseñarlo!
Algo que siempre disfruto es descubrir nuevas plumas, especialmente cuando son tan bellas como la de Andrea Longarela, y definitivamente me anoto para mis listas Te espero en el fin del mundo y El faro de los amores dormidos, ambas sus obras más aclamadas. ¿Ustedes ya la leyeron? ¡Me cuentan!
Hola! gracias por la recomendación, aunque parece un libro interesante, creo que lo dejaré pasar. Besos
ResponderEliminarHola!!
ResponderEliminarNo conocía este libro y se lee muy interesante, gracias por la recomendación y reseña.
Besos💋💋💋