¡Hola! ¿Cómo están? Este post tenía pensado escribirlo hace bastante tiempo, pero lo fui postergando por diversos motivos. Sin embargo, el martes pasado terminé de leer Bridgerton: Felices para siempre y me dije que ya era el momento, porque en cierto sentido ya había terminado oficialmente la saga de época que nos cuenta la historia de los ocho hermanos Bridgerton -nacidos del matrimonio de Violet y Edmund, precisión que hago porque la precuela nos trae de vuelta a la generación anterior de Bridgerton y se enfoca en los vecinos de estos, los Rokesby.
En la saga Bridgerton, conoceremos a estos hermanos y hermanas nombrados alfabéticamente: desde el mayor Anthony hasta la menor Hyacinth. Aunque el orden de publicación obedece a los respectivos momentos en que cada hermano/a se enamora.
El amor tiene que ver con encontrar a la persona que te llene el corazón, que te hace ser una persona mejor de lo que nunca soñaste.
A modo general, la saga Bridgerton fue una saga liviana con un drama sencillo que entretiene. En cuanto al romance, algunas de las relaciones no fueron tan emocionantes y se pasó por encima de lo que podría haberse hecho. No obstante, desde el sexto libro en adelante, la autora mejora mucho y desarrolla tanto a los personajes, las relaciones y la historia de fondo, aunque siguiendo esta tónica ligera.
Pero donde me saco el sombrero es, en definitiva, en la dinámica familiar. Más allá de los libertinos, los rumores de una revista de época, los bailes y los escándalos, la forma de interactuar de la familia Bridgerton es tierna y constantemente somos testigos de lo mucho que se quieren a pesar de las pullas y las jugarretas. Es algo real y que traspasa las páginas de los ocho libros.
Así, la introducción a este mundo victoriano y al círculo de la familia Bridgerton viene con El duque y yo.
Aquí Quinn nos cuenta la historia a través de la tercera persona desde ambas perspectivas y además lo entrelaza con extractos de la revista de Lady Whistledown, donde todos los cotilleos de la temporada social acaba en sus páginas y cualquiera puede ser mencionado.
En El duque y yo seguimos la historia de Daphne -la cuarta y hermana mayor del clan- y Simon situándonos en el cliché de "la farsa". Al comienzo disfrutaba la interacción entre estos personajes y Daphne parecía ser un personaje divertido, ameno y fácil de simpatizar.
No obstante con el pasar de las páginas, ninguna de las partes de esta relación me convenció: uno era demasiado repetitivo con una explicación sin peso y la otra sumamente insistente con su creencia de que su amor todo lo puede.
Esta historia fue la que se adaptó en Netflix -aunque también se toman elementos de otros libros- y de la que estuve hablándoles tras su estreno. Si bien a lo largo de los libros, Daphne y Simon tienen alguna que otra participación, en la serie de Netflix, Regé-Jean Page -quien interpretaba a Simon- informó hace varias semanas que ya no sería parte del elenco.
Ahora bien, pese al tropiezo que supuso esta lectura, las intervenciones de los personajes secundarios logró levantar mi interés en conocer a los otros miembros de la familia y eso se volvió el principal motivo por el que avanzar con esta saga. Especialmente por Colin, el cuarto hermano y -coincidentemente- la historia del cuarto libro.
Una persona verdaderamente inteligente aprende de los errores de los demás
El vizconde que me amó fue una mejora respecto del primero. Mientras El duque y yo era todo sobre esta farsa, en el segundo libro conocemos la historia de Anthony con un enemies to lovers que nos da uno de los romances más entretenidos y con más salseo de la saga. En este libro conocemos el poder de una abeja y el espacio que le damos al miedo en nuestras vidas, algo que me pareció super interesante y me sorprendió de ver con Anthony.
En Te doy mi corazón, tercera entrega de la serie, conoceremos la historia de Benedict y Sophie. Esta historia podría considerarse un retelling de la Cenicienta pero victoriana. Si bien fue una novela que me entretuvo, no conecté con lo que allí se narra. Benedict no logró convencerme como protagonista y donde muchas personas vieron romance, yo vi una actitud de parte de él que no me gustó para nada y que me hacía cuestionar que era lo que él realmente quería.
No obstante, es una trama rápida y muy relajada, con esto me refiero a que no pasan grandes cosas hasta casi el final, pero con una solución a la página siguiente que no genera mucha incertidumbre.
¡Y llegamos al libro que yo tanto esperaba leer! El libro del señor Colin Bridgerton, quien fuera mi personaje y hermano Bridgerton favorito. Aunque esto último se mantiene, la posición de personaje se la quitó nuestra protagonista de Seduciendo a Mr Bridgerton: Penelope Featherington.
El primer gran salto temporal lo tenemos precisamente en este cuarto tomo. Seduciendo a Mr Bridgerton comienza siete años después de los acontecimientos de Te doy mi corazón y con el regreso de Colin a Londres. En los otros libros, lo hemos visto como un joven aventurero pero en este libro conoceremos más de él, cuáles son sus inseguridades y cómo llega a enamorarse.
Por otra parte, tenemos a Penelope, esta joven que siempre fue apartada y que nadie tomaba en consideración para los bailes, quien pareciera ya tener asumido que será una solterona a sus 28 años y que su amor por Colin jamás le será correspondido.
La razón por la que Penelope se volvió mi personaje favorito es porque fue con quién más me pude identificar. En ella vemos un crecimiento y evolución de carácter que habla mucho de atreverse a decir lo que se piensa y no tener miedo a ser una misma.
Mucho de esto lo vemos a partir de varias interacciones con Lady Danbury, otro personaje favorito y cuya aparición le dio un extra a esta historia pero no la suficiente para ser mi favorito. ¿Y por qué? A causa del mismo muchachito que tanto quería leer, Colin.
Todo el terreno que Colin había ganado con los libros anteriores, lo fue perdiendo hasta quedarse con sólo una mínima fracción de este. Muchas de sus actitudes no me gustaron y sentí que todo el carácter que demostró en los libros anteriores era incongruente con lo que tenía delante de mis ojos en esta lectura. Eso sí, al comienzo yo era toda suspiros y chillidos por él, ya que creía saber hacia donde se dirigía todo y así fue la caída que me llevé cuando tras los momentos de verdad, vi en él una actitud un tanto infantil y celosa.
En cuanto a la trama, aquí nos encontramos con algo muy significativo para la saga puesto que nos encontramos con un tema que ha revolucionado la temporada social: la identidad de Lady Whistledown y la recompensa que ofrece Lady Danbury a quién pueda descubrirla.
Si bien muchos -como yo- lo adivinan casi al comienzo o se hicieron el spoiler al ver la primera temporada de Bridgerton en Netflix, no será una sorpresa, pero el gran final... el momento en que se hace público es uno de los mejores momentos del libro y de la saga en general. La escena es una que puedes vislumbrar tan bien que realmente vives la emoción del momento.
¿No es fantástico descubrir que no somos exactamente lo que creíamos ser?
Tanto Colin, Benedict como Anthony fueron personajes con mucha presencia en el transcurso de estos libros y entre el tercero-cuarto vemos más de Eloise y Hyacinth. Este detalle es importante, ya que los cuatro primeros libros coinciden con la historia de los hermanos más reconocidos hasta el momento, y el resto va dandóle más espacio a los hermanos que al comienzo de la saga eran más pequeños.
Esos libros restantes, A sir Phillip con amor, El corazón de una Bridgerton, Por un beso, Buscando Esposa y el libro que reúne los segundos epílogos, Bridgerton: Felices para siempre, serán de los que les estaré hablando con una segunda parte de este "Hablemos de".
Si han llegado hasta acá, les agradezco mucho por leerme y cuéntenme: ¿Qué les parece la saga? ¿La han leído? ¿Vieron la serie? ¿Ambos?
¡Les leo!
Vale.