
Saving 6
Libro 1 | 530 páginas | Contemporáneo | Adquiérelo
Él es un chico perdido. Ella es la chica que podría convertirse en el hogar que nunca tuvo.
Joey Lynch, el segundo hijo de un matrimonio roto, lleva toda la vida recogiendo los pedazos de una familia en descomposición. Cuando su hermano mayor, Darren, abandona la ciudad, Joey se ve obligado con tan solo doce años a asumir el papel de protector de su madre y sus hermanos pequeños. Atormentado por el odio que siente hacia sí mismo y furioso con el mundo, afronta la vida adolescente y el inquebrantable sentido del deber que le profesa a su familia mientras avanza peligrosamente hacia una vida de adicción que amenaza con engullirlo por completo.
La única luz en ese mar de oscuridad es la vivaracha hija de su jefe, una chica que nunca se echa atrás y que da la casualidad de que va a su clase.
Aoife Molloy nunca ha pecado de tímida. Su carácter dicharachero y seguro de sí mismo nunca la ha llevado por mal camino. Hasta que el primer día de instituto conoce a un chico de temperamento impulsivo que despierta en ella una curiosidad abrasadora que crece día a día.
Tras entablar una complicada amistad con el aprendiz de su padre, Aoife intenta desentrañar los secretos que rodean la vida de Joey Lynch, mientras que él lucha desesperadamente por mantenerla al margen.
¡Hola, gente! Ha llegado el momento de hablar de Los chicos de Tommen con la reseña de Saving 6 de Chloe Walsh, el tercer libro de la serie que esta vez nos cuenta la historia desde los ojos de Joey, uno de mis personajes favoritos y el que temía más a la hora de leer por lo que sé que fue y se viene. Aquí les dejo mis impresiones.
En mi cabeza era morir o ahogarme. Y había demasiada gente que dependía de mí para no morir.
Joey Lynch es un adolescente atrapado en un entorno que lo sobrepasa. Con un padre ausente, una madre inestable, y hermanos pequeños que dependen de él, carga sobre sus hombros una responsabilidad que lo ahoga. Y sin embargo, entre toda esa oscuridad está Aoife Molloy, una chica decidida, que no le teme a nada y que ve en Joey algo más que una fachada de chico malo.
Si Binding 13 nos mostraba de un romance que surgió en medio de inocencia, miedos y ese sentido de protección, diría que Saving 6 viene de la rabia, el odio hacia sí mismo, el peso del mundo y la determinación.
El libro nos arrastra a la raíz de todo lo que ya intuíamos sobre Joey: sus heridas, su rol como sostén de una familia en ruinas, y una culpa que lo consume en silencio. Esta es la historia que sucede “antes” de Binding 13, y aunque ya conocíamos parte del resultado, vivirlo desde su punto de vista es otra cosa.
Tiene una de las cargas emocionales más pesadas que he leído, porque al fin entendemos todo lo que Shan nos habló en sus libros pero también dentro de lo que Joey pudo protegerla, porque hay más. Mucho más que en este libro lo vemos en toda su crudeza.
Sí este libro tiene más espacio para mostrarnos la vida de Joey por fuera de su familiar, es decir, lo que hace para sobrevivir a todas las responsabilidades que lleva encima. Y creo que me habría gustado un poco ver las dinámicas que tiene con sus hermanos, aunque las que muestra son tiernas pero también duelen por lo que ello significa para Joey.
Por otro lado, tenemos a Aoife con una vida diametralmente opuesta. Ya en los libros teníamos una mirada sobre cómo es ella, pero ver su propia mirada es otra cosa. Tiene carácter, tiene luz, y también sabe cuándo quedarse en silencio. Es el equilibrio para Joey, no porque lo salve, sino porque lo sostiene sin juzgarlo.
En esa línea, pese a los temas, me pareció acertada la forma en que se presentan: la violencia, la adicción, no se romantiza ni tampoco se muestra una idea de salvarse sólo por amor.
En general, la estructura de este libro va desde que Joey tenía 12, justo en la partida de Darren y cómo eso repercutió en su propia vida. De hecho, en lo que es trama no es mucho lo que avanza, eso lo veremos en el siguiente libro, pero es la antesala para esa historia que sabemos cómo concluye pero al mismo tiempo debe seguir adelante.
También me gustó mucho cómo Chloe Walsh nos mete en la cabeza de Joey sin que resulte repetitivo. Su dolor no busca dramatismo ni pena: simplemente está ahí, constante, inevitable, y eso es lo que lo hace tan real. En varios momentos pensé que iba a llorar más de lo que lo hice, pero tal vez era porque ya venía con el corazón advertido.
En este caso, no vemos muchos personajes secundarios, se mencionan y su participación se limita apariciones en el intermedio en que los protagonistas no están juntos. (Mención honrosa a la aparición de Gibsie).
Ahora, me quedó la sensación que este libro debería haber sido el comienzo para la serie o incluso podría leerse sin haber pasado por Binding 13 y Keeping 13. Pero de una u otra forma, ese peso emocional está ahí y sé que crecerá cuando comience Reedeming 6.
Valoración
★★★★✩ (4.25)
¡Muchas gracias a Penguin Random House por el ejemplar y la oportunidad de reseñarlo!
Antes de Reedeming 6, me tomaré un momento para leer un roomcom o algo de fantasía, porque enfrentarme al peor momento de Joey, al miedo y la culpa que se avecina, necesito prepararme pero cuando sea el momento les contaré qué tal. ¿Ustedes ya leyeron la serie? Me cuenta en los comentarios:)