¡Holaa! No saben lo feliz que estoy por escribir esta entrada luego de que este 22 de abril se estrenara la adaptación de Heartstopper, la historia de Nick y Charlie. Aquí, desde la primera vez que los leí me enamoré de la historia y siempre fueron los favoritos en los wrap up, pero tenía mis reservas respecto a la adaptación que Netflix iba a realizar. Y con ocho capítulos de media hora aproximadamente, esta es LA ADAPTACIÓN que estábamos esperando.
Heartstopper: ¿La mejor adaptación?
En Chile, Heartstopper tiene publicado cuatro tomos de la mano de VRYA (Editorial Zig Zag). La primera temporada de la serie, que está protagonizada por Kit Connor (Nick) y Joe Locke (Charlie), se basa en las dos primeras partes.
En Heartstopper, conoceremos a Charlie, un chico homosexual que luego de que sus compañeras se enteraran sobre su sexualidad comenzaron a hostigarlo. Sin embargo, un nuevo curso inicia y Charlie acaba siendo compañero de asiento de Nick, con quien poco a poco va compartiendo hasta transformarse en amigos. Charlie comienza a tener sentimientos por Nick, pero este es heterosexual. O al menos eso cree Charlie.
Nick, por su parte, es miembro del equipo de rugby y sus amigos son los populares. Pero cuando conoce a Charlie empieza a ver cuan distinta puede ser la amistad y pronto sus sentimientos empiezan a tornarse confusos, ¿sólo es amistad? ¿o es que hay más?
Esto lleva a Nick en una búsqueda sobre sí mismo, su sexualidad, mientras va abriendo los ojos frente a lo que ocurre en su escuela, el acoso que realizan sus amigos y el silencio que él ha guardado todo este tiempo.
Este argumento que vimos en el libro, es el mismo que vemos en la serie. Y en sus primeros cuatro episodios veremos exactamente cómo debe lucir una adaptación, ya que representa fielmente lo que es la novela gráfica en Heartstopper Vol. 1. Es tremenda la emoción de ver diálogos o escenas tan bonitas, que son de gran importancia para la trama, tal cual fue hecha.
Ya para lo que es la adaptación del segundo libro se van tomando algunas licencias pero que en ningún momento se alejan de lo que es la esencia de la historia o de los personajes.
A nivel de trama, me encantó la forma en que cada capítulo estuvo al servicio de un concepto, como si elaboraran todo los acontecimientos en torno a esto, dejando reflexiones y evidenciando una realidad que por mucho que se quiera negar: la homofobia existe y la persona que ataca a alguien por su sexualidad es igual de responsable que aquel que se encuentra ahí observando en silencio.
Así, Heartstopper va construyendo distintos mensajes realistas que me gustó en la forma de ser entregados a la audiencia, además de la representación a la comunidad LGBTIQ+ le suma muchos puntos y la hace una serie indispensable para los más jóvenes, pero también para padres y familias.
El elenco que le dio vida a quienes conocimos en los libros fue una decisión de los más acertada. Cada una de sus interpretaciones se siente tan real y proyectan tanto a través de la pantalla que sólo quería meterme en la serie para abrazarlos. Creo que no pudo haber mejor elección y necesito la confirmación de la segunda temporada con cada uno de vuelta.
La música o banda sonora que acompañó Heartstopper fue impecable, la combinación de todos los elementos técnicos como los planos, la luz y las pistas instrumentales -más tarde las canciones- fueron perfectas para crear la atmósfera de Heartstopper y hacer una progresión que iba de la mano con las evoluciones de los personajes y el desarrollo de la trama.
Por otra parte, Heartstopper está llena de detalles que hacen guiños al trabajo gráfico que hizo Alice Oseman como las hojas o las estrellas que se encuentran en las portadas de los libros. Se notó la intención real de hacer una buena adaptación que pudiera equilibrar lo que se espera de una apuesta audiovisual y la historia que construyó la autora.
Heartsopper nos trae una serie preciosa que todos deberían ver. Con buenos personajes, un excelente arco, una puesta en escena maravillosa y delicada, es lo mejor en términos de adaptación y de contenido independiente, que sin duda nos hará verla una y otra. ¿Y quiénes somos para negarnos? Merecidas 5 estrellas. ¿Ustedes ya la vieron? ¡Me cuentan!
En Chile, Heartstopper tiene publicado cuatro tomos de la mano de VRYA (Editorial Zig Zag). La primera temporada de la serie, que está protagonizada por Kit Connor (Nick) y Joe Locke (Charlie), se basa en las dos primeras partes.
En Heartstopper, conoceremos a Charlie, un chico homosexual que luego de que sus compañeras se enteraran sobre su sexualidad comenzaron a hostigarlo. Sin embargo, un nuevo curso inicia y Charlie acaba siendo compañero de asiento de Nick, con quien poco a poco va compartiendo hasta transformarse en amigos. Charlie comienza a tener sentimientos por Nick, pero este es heterosexual. O al menos eso cree Charlie.
Nick, por su parte, es miembro del equipo de rugby y sus amigos son los populares. Pero cuando conoce a Charlie empieza a ver cuan distinta puede ser la amistad y pronto sus sentimientos empiezan a tornarse confusos, ¿sólo es amistad? ¿o es que hay más?
Esto lleva a Nick en una búsqueda sobre sí mismo, su sexualidad, mientras va abriendo los ojos frente a lo que ocurre en su escuela, el acoso que realizan sus amigos y el silencio que él ha guardado todo este tiempo.
Este argumento que vimos en el libro, es el mismo que vemos en la serie. Y en sus primeros cuatro episodios veremos exactamente cómo debe lucir una adaptación, ya que representa fielmente lo que es la novela gráfica en Heartstopper Vol. 1. Es tremenda la emoción de ver diálogos o escenas tan bonitas, que son de gran importancia para la trama, tal cual fue hecha.
Ya para lo que es la adaptación del segundo libro se van tomando algunas licencias pero que en ningún momento se alejan de lo que es la esencia de la historia o de los personajes.
A nivel de trama, me encantó la forma en que cada capítulo estuvo al servicio de un concepto, como si elaboraran todo los acontecimientos en torno a esto, dejando reflexiones y evidenciando una realidad que por mucho que se quiera negar: la homofobia existe y la persona que ataca a alguien por su sexualidad es igual de responsable que aquel que se encuentra ahí observando en silencio.
Así, Heartstopper va construyendo distintos mensajes realistas que me gustó en la forma de ser entregados a la audiencia, además de la representación a la comunidad LGBTIQ+ le suma muchos puntos y la hace una serie indispensable para los más jóvenes, pero también para padres y familias.
El elenco que le dio vida a quienes conocimos en los libros fue una decisión de los más acertada. Cada una de sus interpretaciones se siente tan real y proyectan tanto a través de la pantalla que sólo quería meterme en la serie para abrazarlos. Creo que no pudo haber mejor elección y necesito la confirmación de la segunda temporada con cada uno de vuelta.
La música o banda sonora que acompañó Heartstopper fue impecable, la combinación de todos los elementos técnicos como los planos, la luz y las pistas instrumentales -más tarde las canciones- fueron perfectas para crear la atmósfera de Heartstopper y hacer una progresión que iba de la mano con las evoluciones de los personajes y el desarrollo de la trama.
Por otra parte, Heartstopper está llena de detalles que hacen guiños al trabajo gráfico que hizo Alice Oseman como las hojas o las estrellas que se encuentran en las portadas de los libros. Se notó la intención real de hacer una buena adaptación que pudiera equilibrar lo que se espera de una apuesta audiovisual y la historia que construyó la autora.
Heartsopper nos trae una serie preciosa que todos deberían ver. Con buenos personajes, un excelente arco, una puesta en escena maravillosa y delicada, es lo mejor en términos de adaptación y de contenido independiente, que sin duda nos hará verla una y otra. ¿Y quiénes somos para negarnos? Merecidas 5 estrellas. ¿Ustedes ya la vieron? ¡Me cuentan!